Conocer a Maja me dejó imaginarla caminando entre los barrios de Pompeya: observó, bebió, escuchó conversaciones, también las del Vesubio. Escribió, invisible entre la gente; curiosa adentro de sus casas, burdeles, baños, templos... enfiló hacia la calle del teatro, atravesó sus callejones. Examinó paredes, columnas, grabados. Me sedujo la idea de conocer una ciudad, un pueblo y a su gente a través de los grafitis, pinturas, panfletos. Inscripciones que proclaman vida, arrebatos, intereses, territorios, muertes. Estampas de lo que somos o dejamos de ser.
En Bacalar, como en su novela, abundan los panfletos que manifiestan algún apoyo o adhesión política; acabamos de tener elecciones públicas, imaginen el paisaje. También hay de renta y venta de casas, cuartos y terrenos. Muchos letreros han desaparecido ya, entre ellos un grafiti en el que se leía “Dios ha muerto”, a unas calles del parque central, cercano a otro que identifica al "Club Juan Pablo II". Si es cierto que "sostenemos la realidad mediante palabras", dejo aquí algunos más:
¡Feliz navidad, Pueblo Mágico! con muñeco de nieve, Anónimo
"Cero Alcohol"
Masturbate, Onanimus
(Al momento de la foto ya habían eyaculado toda una capa blanca sobre él)
Sale y Vali, Miguel
(En su primera versión declaraba "Bacalar es chido" ahora, como dice su autor, son solo palabras:
"Sale y vali bili vali boli"
O una canción:
Sale y vali bili vali boli bu
I'm in love with you...
La basura y El pueblo
Alvarez
Sol y Luna, Edgar A
* Bacalar se encuentra en México, apuntando hacía la zona sur del estado de Quintana Roo, dentro del municipio Othón Pompeyo Blanco; ergo y de alguna manera, también tenemos algo de Pompeyenses.
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