(foto tomada de internet)
El tsunami que golpeó a Japon en marzo del año pasado llevó hasta Alaska este balón. Felizmente, regresará a su dueño después de un año y un recorrido de más de cinco mil kilometros. Los expertos dicen que más objetos seguiran llegando a las costas en los próximos años; algunos regresarán a sus propietarios, otros encontrarán nuevos dueños, y la mayoría se perderan para siempre. ¿Cúantas cosas hemos perdido después de nuestros tsunamis personales? Esas fuerzas que azotan nuestros puertos, terremotos del alma que se llevan amores, canciones, miradas, cartas y conversaciones; noches de desvelo que pierden la salud y la cordura.
Dónde estarán ahora esas fotografías, esos libros, las postales, los recuerdos.
-Never again, never again, are you ok?... we are ok, ok?
-Wilson!!!! I'm sorry, I'm sorry Wilson...