La fila

(foto tomada de Internet)

 

Cinco de la mañana y ya éramos más de treinta almas esperando, sentados en la banqueta, bajo la luz de los faroles.

- "Hola  cosa, ¿dónde crees que estoy?" -preguntó con la voz ronca, como recién levantada de la cama. Después murmuró otras palabras, apagó  su teléfono, se sentó, volteo hacia mi y dijo algo que no escuché.

- ¿Cómo? -le pregunté.

- "Nada, esta manía que tengo de hablar en voz alta".

 -Hablar a esta hora, ya es bastante -respondí y ella sonrió. Minutos antes me di cuenta que no traía nada para leer, intenté dormir un poco, sacar provecho a la situación... me imaginé inmovil, en silencio durante las siguientes horas, con los ojos cerrados, meditando; aclarando los misterios de mi vida: ¿por qué estoy aquí? ¿cuál es mi misión? Lo que fuera con tal de "matar el tiempo", como si eso fuera posible.

-"Sí, debería estar dormida o en la fiesta, pero ya nada es igual; los hijos... las fiestas ya no son lo mismo, te cambia la vida".

-No sé, me imagino que sí.

-"Por lo que veo no tienes hijos, quizá pronto ¿ya tienes con quién?" -No le contesté, no tenía intenciones de hablar de paternidad, pero me gano la risa; de ahí hablamos del clima, la hora, nuestros nombres... "Verónica ¿y tú?"

- Arturo. Un viento húmedo nos recorrió el cuerpo, a lo lejos, la luz de los relámpagos nos advirtió de la tormenta, empezó a chispear.

- "Voy a buscar un paraguas ¿me apartas mi lugar?" Sí -accedí, al tiempo que nos levantamos todos, más adelante, una chica alta, guapa y delgada, floreció con el agua.

- ¿Cuánto mides? -le pregunté, más por conocer su historia, que por interés en su estatura.

- "Uno setenta y ocho, mis papás son altos también: uno setenta y siete mi Mamá y mi Papá, uno noventa".

- Y ¿a dónde vas? "A la India, voy de trabajo, a modelar..." -contestó y  recogió su cabello negro y largo hacia atrás, de forma naturalmente ensayada.

- Me gustaría ir a la India, a Goa, a los festivales...

- "¿Te gusta la música?, voy a estar allá, de tres a seis meses".

- ¿Cómo te llamas? "Jessica C". Me gustaría ver lo que hagas por allá, voy a buscar tus fotos, tu portafolio; voy a decir que te conocí en la fila. La lluvia arreció y con ella, más gente siguió llegando. "Buenos días" -buenos días, se escuchaba a lo largo de la línea... un líder anónimo pidió nuestros nombres, nos anotó en una lista; nos organizó... -Me dijo "ayer llegué a las siete y éramos más de ciento sesenta, sólo hay ciento veinte lugares, no tiene caso esperar" yo se lo agradecí.

Seguimos avanzando, ahora afortunadamente estaba bajo un techo, muchos quedaron bajo la lluvia, el frío lo compartimos todos; intenté descansar un poco, una señora pequeñita, recargada en una mesa, con la cabeza sobre un cojín rojo, dormía de pie. La imagen era bella, y yo sin mi cámara.

Verónica regresó, hablamos de la vida, del trabajo, de dietas, del amor.. se nos antojó un chocolate caliente, un té... le tomaron fotos a Jessica, su novio le trajo un café. A mi lado, un joven empleado  me dijo que se irá de vacaciones, le platico que yo a una boda y a cubrir un festival. Por fin se encienden las luces en la oficina, en cualquier momento abrirán las puertas, ya son  las ocho de la mañana, no he dormido,  lo único que quiero es renovar mi pasaporte.